Cuadernillos de Formación
PROTOCOLO de ASI para centros infantiles MTE
Protocolo de actuación ante la sospecha y/o confirmación de una
situación de Abuso Sexual en las Infancias (A.S.I) y Adolescencias
¿Que es el abuso sexual en las infancias y adolescencias?
Consiste ante todo en un abuso de poder de un adulto hacia un niñx o adolescente, donde el adulto -valiéndose de la asimetría de poder y la coacción- somete al niño, niña o adolescente a acciones vinculadas a la sexualidad adulta para las que no está psicosexualmente maduro. El niño, niña o adolescente es utilizado para la estimulación sexual de su agresor o la gratificación de un observador.
Abarca a toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niñx o adolescente entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo, haya o no contacto físico.
La interacción abusiva puede ocurrir con o sin contacto físico y/o sexual entre el agresor y la persona sobreviviente. Incluye:
Manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales.
Coito interfemoral (entre los muslos).
Penetración sexual o su intento, por vía vaginal, anal y bucal (aún cuando se introduzcan objetos).
Exhibicionismo y voyeurismo.
Actitudes intrusivas sexualizadas, como efectuar comentarios lascivos (obscenos) e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los niños, niñas y adolescentes.
Exhibición de pornografía.
Instar a que lxs niñx y adolescentes tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales.
Contactar a un niñx o adolescente vía internet con propósitos sexuales (esto se denomina grooming).
Indicadores de abuso sexual en la infancia
Los indicadores son manifestaciones que pueden presentar las personas sobrevivientes de abuso. Se pueden diferenciar indicadores específicos o inespecíficos, siendo los primeros aquellos que permiten elaborar una sospecha fundada de abuso, y los segundos aquellos que pueden aludir a consecuencias no directamente relacionadas con los abusos sexuales. Es importante saber que siempre el diagnóstico lo realizarán profesionales capacitadxs para ello, pero conocer indicadores, nos ayudará a detectar posibles “señales de alarma” de que algo puede estar pasando y empezar a intervenir de alguna forma.
Específicos | Inespecíficos |
La revelación por parte del niñx y/o adolescencias de haber sido objeto de abusos sexuales. Lesiones y/o sangrado en zona genital y/o anal, cicatrices, inflamaciones. Infecciones, de transmisión sexual como sífilis o VIH (descartada la transmisión vertical). Otras infecciones de transmisión sexual (como herpes, clamidia, VPH) Embarazo. Reacción de estrés postraumático (puede incluir: reacciones desmedidas, fuerte ansiedad, desconfianza, miedo, culpa, vergüenza, pérdida de interés en hacer cosas, falta de concentración, agresiones verbales o físicas contra terceros, conductas autodestructivas). | Síntomas psicosomáticos (como dolores abdominales o de cabeza recurrentes, por ejemplo). Trastornos de la alimentación (bulimia y anorexia nerviosa). Enuresis y encopresis (esto es cuando lxs niñxs ya controlan esfínteres y de repente comienzan nuevamente a hacerse pis y/o caca, no pudiendo controlarlo). Infecciones urinarias reiteradas. Tendencia a permanecer en los espacios educativos, sociales y/o comunitarios una vez finalizadas las actividades. Conflicto y/o desconfianza con las figuras de autoridad o adultos. Conductas sexuales infrecuentes o precoces (conductas hipersexuales, autoeróticas, masturbación compulsiva, excesiva inhibición sexual). Esfuerzo excesivo para agradar a los demás, o por el contrario, hostilidad y agresividad. Abandono del hogar. Sentimientos de tristeza y desesperanza. |
Medidas de acción propuestas:
Ante indicio, sospecha o declaración por parte del niñx, adolescente o referentes afectivxs, quien recibe el relato o percibe algún indicio deberá comunicarse con el equipo profesional y/o con la coordinación para que tomen contacto con la situación. Es importante transmitir la información de manera inmediata y lo más clara posible, garantizando desde el primer momento la intimidad y el cuidado de la situación y de quienes la están transitando.
Una vez informado el equipo profesional y/o coordinación, se comenzarán a pensar las estrategias e intervenciones a llevar a cabo en cada caso.
Ante sospecha de una situación de abuso sexual en las infancias y adolescencias:
El equipo profesional y/o de coordinación en conjunto con la educadora, realizarán una observación del niñx y/o adolescente en caso de sospecha. Se deberán analizar las señales de alerta arriba descritas y en caso de continuar con la sospecha, se realizará una primera entrevista con la familia en dupla entre educadorxs, equipo profesional y/o coordinación.
Es importante despejar la sospecha, teniendo en cuenta que si se descartase una situación de ASI, de todos modos será necesario atender las manifestaciones que se presentan, ya que las mismas indican que algo está sucediendo a ese niñx y/o adolescente.
Ante confirmacion de una situación de abuso sexual en las infancias y adolescencias:
En caso de que se confirme una sospecha, o ante el relato de un niñx y/o referente afectiva, y estemos ante una situación de ASI se proponen las acciones abajo descritas:
Antes de seguir avanzando, es interesante detenernos en lo que implica el relato del niñx: éste tiene absoluto valor de verdad, se construye a través de la confianza de un otrx que ayuda a juntar los retazos (a través del juego, dibujos, verbalización, y comunicación no verbal). Nunca es completamente coherente y acabado. El “yo sí te creo” es un posicionamiento ético y político, que da lugar a que el relato se despliegue.
La reparación del niñx y/o adolescente comienza cuando se le cree. Importancia de la primera escucha, y evitar la revictimización.
Aspectos a tener en cuenta “La primera escucha”:
Esta puede tener distintas características según quien es el/la que manifiesta el abuso pero todas se basan en la confianza, el cuidado y el respeto. Dándole mucha importancia a la escucha y registro riguroso de lo relatado (si es un niñx no tomar registro en ese momento, si darse un tiempo una vez finalizado ese encuentro para registrar lo que necesitemos. Si estamos acompañando un referente afectivx, se puede consultar si está de acuerdo y tomar registro en ese momento).
Si es el niñx o adolescente quien relata el abuso del que es sobreviviente:
Abrazar esa información, no repreguntar ni querer profundizar en el relato dado.
Si necesitamos realizar algunas preguntas, que sean preguntas abiertas, cuya respuesta le permita desplegar el relato que desee. (Ejemplo: ¿cuándo fue? ¿Dónde ocurrió?)
Adecuar el espacio para que sea con la mayor privacidad posible para que sienta seguridad y cuidado.
Si quien relata un hecho de A.S.I es una referente afectivx y/o cuidadora de esa infancia:
Debemos brindarle contención y confianza de manera que sepa que se la va a acompañar en todo el proceso. Como así también, se acompañará a quien cuida. Podemos en esta situación realizar algunas preguntas para poder facilitarle el ordenamiento de la información. Asegurando el acompañamiento que requiera para llevar adelante la denuncia, si es que las condiciones están dadas (que no convivan con el abusador, miedo, atravesamiento de la propia historia). Es importante tener en cuenta que muchas veces la denuncia no es inmediata sino que puede llevar un tiempo poder efectuarla.
Si desde el grupo familiar no pudiese encararse el proceso de denuncia, se realizará una reunión (o todas aquellas que sean necesarias) entre el equipo profesional y la coordinación para avanzar con el mismo. Informando y propiciando la participación de lxs referentes afectivos en el proceso de denuncia que se lleve adelante desde el espacio.
Medidas urgentes
Ante la confirmación de una situación de abuso sexual hacia un niñx o adolescente, deberemos implementar las siguientes medidas urgentes:
Atención médica inmediata: se deberá brindar atención inmediata al niñx o adolescente que presente alguna lesión (habiendo desestimado que su causa sea otra: por ejemplo paspaduras, irritación por no cambiado del pañal, etc.), como así también si surgiera del relato que el abuso sexual se hubiese cometido con invasión del cuerpo (penetración vía oral, vaginal o anal), en cuyo caso se deberá actuar de forma inmediata (siendo el plazo máximo 72 hs desde ocurrido el hecho).
Recomendamos no actuar de manera impulsiva, darnos un momento y siempre preservar la intimidad de quien está implicadx, pensar en conjunto con alguna compañera, equipo profesional, y/o la coordinación del espacio como vamos a intervenir.
En el caso de que el abusador sea conviviente del niñx o adolescente, se deberá convocar con urgencia al/lxs adultxs referentes afectivxs del niñx para ponerlxs en conocimiento de esta situación, y pensar una estrategia conjunta que garantice la integridad del niñx y/o adolescente. En caso de que no haya acompañamiento por parte de la familia, el equipo profesional y/o coordinación del espacio deberá dar intervención al Servicio Local correspondiente.
Deberá asegurarse la permanencia del acompañante hasta que se efectivice la denuncia y se tomen las medidas de protección y asistencia necesarias para atender la emergencia, resguardando al niñx o adolescente de interrogatorios y situaciones de revictimización. Se considerará acompañante a la persona adulta que el niño o adolescente considere un/a referente significativo, que le proporcione confianza y contención. En caso de ausencia de una persona cercana, se decidirá dentro del espacio dos personas que puedan ocupar ese rol.
Si se nos presenta alguna situación en donde se den conductas sexuales abusivas entre niñxs y/o adolescencias, y lxs dos implicadxs forman parte del mismo espacio, recomendamos poder hacerse algunas preguntas:
¿Cómo los vamos a nombrar? Es importante acá no denominarlxs como “violadores”, “ abusadores”.
¿Le estará pasando algo a quien lleva adelante la conducta abusiva?
¿Están en la misma etapa del desarrollo psicosexual, es decir tienen edades similares y se encuentran atravesando la misma etapa del desarrollo?: hablamos acá de lo que concierne a habilidades cognitivas, lenguaje, habilidades sociales, motrices.
La situación que quizás nos tocó observar, o que fuera relatada ¿corresponde a alguna manifestación que es esperable según las edades de quienes participan? Recordemos la importancia de no mirar desde la sexualidad adulta cuestiones que suceden en la sexualidad de las infancias y/o juventudes y que son esperables por el momento del desarrollo en el que se encuentran.
¿Cómo pensamos la intervención?:
-Pensar las estrategias que nos vamos a dar en el espacio en conjunto, con el equipo profesional, la coordinación y/u otras compañeras.
-Es importante poder trabajar con las dos familias.
-Reorganizar la dinámica del espacio (sobre todo si lxs implicadxs comparten actividades), teniendo en cuenta no excluir a ningunx.
-Pensar si es necesario junto con las familias una posible derivación a espacio terapéutico y/o otro actor o institución que nos parezca que pueda sumarse para acompañar la situación.
- Darnos un tiempo como espacio para seguir observando, viendo el desarrollo de la situación, si las intervenciones que llevamos adelante tuvieron un efecto o si tenemos que darnos estrategias nuevas.
Para poder hacer denuncias contamos con:
- Servicios Zonales y Locales de Protección y Promoción de los derechos de lxs niñxs.
- Comisarías (no necesariamente tiene que ser la de la Mujer y la Familia, las tienen que tomar en cualquier comisaría).
- UFIs especializadas (Unidades Fiscales de Instrucción).
Algunas sugerencias para el establecimiento de estrategias de prevención y detección de A.S.I
La realización de talleres, formaciones, capacitaciones y encuentros sobre la temática de A.S.I y E.S.I (Educación Sexual Integral) donde puedan participar las personas que trabajan en distintas tareas dentro de los espacios (cocina, higiene, educadorx, equipo profesional, talleristas, coordinación).
El equipo profesional y/o coordinación junto a lxs educadorxs podrán planificar y realizar talleres de E.S.I con las familias.
El equipo de coordinación y/o equipo profesional puede trabajar con las familias los indicios y conductas que pueden indicar abuso a través de talleres, visitas y entrevistas.
Lxs educadorxs pueden planificar actividades para niñxs y adolescencias que tengan como objetivo trabajar cuestiones referidas a la prevención de A.S.I, autocuidados, E.S.I, etc.
Armado de redes con organizaciones y otros espacios que aborden situaciones de A.S.I. Algunos de estos son: los equipos de salud que aborden esta problemática, organizaciones sociales, equipos de orientación escolar, servicios locales de protección y promoción de derechos de niños, niñas y adolescentes, etc. Todos estos con anclaje territorial.
Actualización del recursero cada seis meses.
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